viernes, octubre 04, 2013

En el último trago

Las vueltas que da la vida…
Hace unos años… no sé exactamente cuántos y ahora mismo tampoco quiero saber… Concha Buika dio un concierto en el Karls Marx con Chucho Valdez, de esos que anuncian relámpago y que yo, despistada, me enteré el mismo día, cuando estaba a unos 700 kilómetros de La Habana, tal vez más, disfrutando de una edición del Cine Pobre en la Villa Blanca de los Cangrejos, Gibara.
La frustración me invadió cuando lo supe… llevaba al menos un par de años escuchándola, incluso antes del disco con Bebo Valdez, pero ya era tarde, tenían que pasar otros cuantos años para que se me diera una oportunidad similar.

Ahora Concha Buika vuelve a darme la oportunidad, esta vez en Santo Domingo y me entero a mes y medio de su presentación… las condiciones siempre serán ásperas pero esta vez tengo a mi favor el cuándo, el dónde y el qué, más que suficiente para prepararme un excelente lead como diría mi profe de periodismo.  

domingo, mayo 12, 2013

Razones por las que me gusta la cocina…



Mi abuela era repostera… hacía dulces impresionantes en sabor y decoración… crecí en una familia con muchos primos, y ella nos educó con el sabor dulce en la boca… desde los 5 o 6 años todos sabíamos hacer merenguitos, panetelas (bizcochos), pancake y demás y estoy convencida que si no hubiese llegado el Periodo Especial sería una repostera en vez de reportera, que es lo que soy ahora.
En esa etapa de vicisitudes mi abuela se convirtió en la abastecedora de la familia… si aparecían dos litros de leche ella por arte de magia hervía una olla de cinco litros de leche diluida con agua … los nietos siempre estábamos en su sala y si no podía hacernos merenguitos asados en el fogón de gas nos hacía papitas fritas, o pan tostado con aceite y café (muy aguado) con leche, pero aquello sabía a gloria… era la comida más aguada que he comido en mi vida, pero era sencillamente deliciosa… en mi familia todos saben cocinar y todos tienen puntos de sabor característicos… por ejemplo a mi padre le encanta cocinar con un toque agridulce, como si mi abuelo cantonés le hubiese dado alguna técnica secreta…
Según me contaron ma y pa el primer regalo que le hizo papi a mami fue un libro de cocina de la célebre Nitza Villapol y le dijo que el amor entraba por la cocina y debía aprender a cocinar jajaja, en aquel entonces mi mamá era menos caractosa que ahora, pero igual le dijo que ella sí sabía cocinar… como aún no había nacido no puedo afirmarlo, pero les aseguro que quien pruebe la sazón de Isabel Proenza no duda que es una excelente cocinera, y no solo lo digo yo, que soy su hija, también muchos chef han elogiado su punto.
A mí me encantaba participar en esas tertulias culinarias en las que casi siempre me mandaban a hacer mandados o a pelar papas y todo por un incidente que ocurrió cuando tenía como 8 años… estábamos en el periodo especial jejej, mi mamá nos mandó a mi hermana y a mí a adelantarle el arroz porque ella estaba lavando y pa estaba haciendo una maestría en España, así que estábamos solitas y yo corrí y le dije: deja mimi (mi hermana) que yo voy a hacer un arroz frito jejejje por supuesto eso no sirvió, y echar a perder dos laticas de arroz en esa época era duro.
Desde entonces y aunque los abastecimientos alimenticios fueron mejorando me pasaron cruz y raya en la cocina… pero yo nunca perdí el amor culinario y en mis madrugadas ermitañas me dedicaba a leer y preparar platos exóticos que poco a poco me ayudaron a desarrollar mi punto en la cocina, nunca como el de mi madres, pero tampoco me puedo quejar.
En mi casa es tradición que todo el que nos visita al menos un día debe cocinar, mi papá le pregunta qué quiere hacer y le compra todos los ingredientes… si no pregúntele al Compay que ha pasado del Conejo (que pa tanto le criticó porque usó tres botellas de aceite de oliva extra virgen) hasta sus platos al ajillo…
También Anxton, un chef vasco que improvisó un helado al que mi papá catalogó de bueno, pero que con todo lo que costaron los ingredientes pa 12 tazitas de helado él hubiera comprado 3 tinas hahahha me parece que escucho a ma diciéndole ayyyy Gerardo! (vale aclarar que pa lo dice en chiste, él es muy cómico y vive vacilando a la gente, pero por su bondad nadie nunca se incomoda)
El peor de todos los casos fue mi tío Guillermo “el gran chef” que quiso asar un puerco en púa en tan solo dos horas y pa lo quería matar jajaj tuvo que desmontarlo y llevarlo a un horno. (mi hermana y yo esas navidades no comimos na salado nos empalagamos con chocolates lindt hasta que se nos terminaron)
Una cosa tiene clara mi familia y es que la comida no hace la compañía y lo más rico de cocinar es precisamente eso, hacerlo, compartir con la familia y amigos nuevas recetas, intereses… la casa de mis padres actualmente tiene tres cocinas y solo dos habitaciones… saquen ustedes sus propias conclusiones.

Penetrando a una cueva…



Desde pequeña me apasionaba todo lo que no era tradicional… por ello me refugiaba en los libros y nunca fui realmente buena haciendo amistades con mis contemporáneos, de hecho aún no lo soy… de mis amigos íntimos me separan muchos mares y años, pero eso nunca me ha importado…
Las cosas que más me gustan casi nunca son las mismas, bucear con equipos en mi adultez me encantó, en especial cuando te sumerges en la total y fría oscuridad, descompresionas y luego todo se vuelve claro y espacial…  luego de 45 minutos me resultó aburrido, sin embargo recuerdo que en mi adolescencia me encantaba rodar en bici 17 kilómetros para hacer snorkeling… alguien que conocí bien sentenciaría… dicotomía existencial!
Otra cosa que me impresionó fue bajar hasta el primer nivel de una cueva de 5 niveles, ver como desprendes humo de tu cuerpo cuando entras al agua porque la temperatura corporal es mucho más alta y luego… lo más sensacional, que el espeleólogo apagase la lámpara para mostrar lo que es la total oscuridad… un minuto oscuro y espeso que guardo en mi memoria como la sensación de completa paz.


Esta semana intentaron atracarme… el motorista se acercó me preguntó ¿Sabes dónde vive Eduardo? Le dije que no, y se levantó el chaleco, me dijo… mira, esta es la pistola, saca el celular… eran las 2 y 50 de la tarde aproximadamente y estaba en una acera esperando una bola (botella) que cojo casi a diario con un compañero de trabajo… le dije ¿Cómo es, no lo escucho? Que aquí está la pistola, y se sobaba el poloshirt (pullovert) saca el celular o me llevo el bolso… miré que justo enfrente un joven vecino observaba todo y por un segundo pensé que buscaba ayuda, pero no fue así, se limitó a observar, ingenuamente yo, por tonta, o para ganar tiempo abrí mi bolso por la parte donde sabía no estaba el celular y comencé a buscar… y el ladrón me decía, saca la tableta, como si tuviera ja, dame el bolso, todo… hasta que abrí pa darle finalmente el celular pero cuando levanté la cabeza solo vi que se iba y me echaba una última mirada… había llegado mi compañero de trabajo en su vehículo y él huía despavorido… ningún pensamiento de terror pasó por mi mente, comentamos algo, pero luego todo siguió normal y continué mi día de trabajo como si nada pasase… entonces llegó la noche y me reproché mi terquedad con el ladrón, sobre todo porque una y mil veces me he dicho, si me atracan lo doy todo de una vez… pasó ese día y al siguiente tuve una pesadilla aterradora, una mujer con voz de vieja me despertaba de un sueño pesado, de esos que no puedes pararte aunque lo deseas, y me decía escóndete debajo de la cama que hay un hombre y yo abrí los ojos y vi a una muñeca que, tenía en mi infancia pero que hace mucho dejó de existir, me miraba fijamente y luego se desvanecía… tenía un latido horrible en mi cabeza y me aseguré de que todo estuviese bien, y al rato volví a dormir.

miércoles, mayo 08, 2013

pensamiento 4x4



Para los amantes de los todo terrenos les aclaro que mis pensamientos son más musicales… si escucho solo una vez al día la Donna e Mobile de Verdi en la voz de Pavarotti la fuerza y relajación que me imprime son inigualables…
No sé por qué los géneros líricos musicales antes me resultaban tan abstractos, como el jazz o como la pintura… sin embargo confieso que ahora me encanta el jazz (comencé oyendo Soul, Blues y otros ritmos afronorteamericanos) y ahora disfruto el Latin Jazz, clasicc jazz y todo lo que se me ponga adelante, en especial lo primero que oí, gracias a mi rusita, que en buen cubano me mató: en Tres por Cuatro, pieza original de Lecuona jazzeado por Ramón Valle en su disco Danza Negra… a los que no lo han oído se lo recomiendo.
En cuanto a la pintura sigo sin entender a los vanguardistas abstractos (sin embargo adoro todo lo POP de Warhol) y sé que Picasso es un clásico y admiro su cubismo, su Guernica… pero aún no me llega como la música… debe ser porque pa sentir el arte hay que tenerlo cerca y hasta que no esté frente a frente a un Picasso no me quedaré boquiabierta, tal vez sea eso, pero a veces me desespera tanta rareza comprendida y tanta normalidad… ya saben…
A donde quería llegar es… siento que llevo mucho tiempo pensando 4x4, demasiado normal para mi gusto, y a veces uno se complica la existencia con la ortodoxia y se olvida que fuera de su círculo existen más de los nueve infiernos de Dante, o que la vida se va en un cerrar de ojos y una se pasa demasiado tiempo tratando de encajar, dividiendo tempos 2x2 en 4x4.

viernes, marzo 22, 2013

+ D lo mismo



Rodeada de pelos de gatos, revistas “vacías” y libros demasiado complicados para mi cabeza atribulada pienso en mí. Mejor dicho, pienso en algo productivo para ocupar mis horas de desvelo, un estudio que fomente mi hambre estudiantil y al mismo tiempo me recompense económicamente en un futuro un poco lejano pero preferiblemente inmediato. Así que recurro a mi acostumbrado monólogo interior, un diálogo entre mi Ello, mi yo, y mi super yó que no termina de llegar a un consenso. Retomo viejas prácticas de escucha y me cuestiono la falta de acuerdos con mis iguales en tiempo y espacio, la falta de igualdad de criterios, el exceso de prepotencia y los parlamentos en primera persona. Detesto el arribismo, las falsas apariencias y sobre todo la mediocridad, pero el halo torbellinico me hunde cada día más en lo mismo.

sábado, marzo 16, 2013

De lo que pica el pollo



Cuando uno tiene mucho que contar es casi igual que cuando no tiene nada que decir, pero peor, porque se ahoga y no sabe por dónde comenzar. Por mi parte prefiero recomenzar y olvidar lo que no conté porque si no lo hice antes ¿por qué hacerlo ahora?
En este marzo soplan los vientos de cuaresma, acompañados de los alisios, y quisiera aprovechar, como los aviones y veleros, el impulso de esos “vientos” para hacer las cosas que pronostiqué para este fin de semana. En vez de estar aquí, anclada a la cama y a la PC, con los audífonos puestos sin escuchar nada…

domingo, marzo 03, 2013

...y así pasó el domingo



El sueño va y viene. Los pestañazos marcan un compás musical… a ratos abro los ojos despertando y en espacios más prolongados vuelve esa pesadez que termina dejándome en duermevela.